Varias veces, me ha ocurrido , esto de comentar a través de las redes algún post que han escrito otras personas, y te dicen, ..oh vaya, muchas gracias, que alguien como tu aprecie esto!...

Y , observaba, algo curioso,  que se movía internamente, si lo tengo que describir, era como una sensación de cierta tristeza, "alguien como tú..",(en cierta manera si no me ves como tú, no me estás viendo)

El de fuera te ve diferente pero tú anhelas ser igual, estar incluido, no estar separado.

Es una sensación muy profunda.

Porque al mismo tiempo en que te percibes diferente, necesitas conectar con el otro, y hay una parte que no alcanza ..que no puede llegar, si sólo se queda ahí.

Toda mi vida, me han dicho, es que tú eres especial.

Pero ese especial es a la vez un separador que condena al aislamiento y fuerza a mantener esa idea en los otros de que tienes algo especial, la parte que nos separa, maravillosa, pero también la que nos une que queda invisible.

Y, la cosa es que , desde niña percibo la vida como cualquier otro,de manera diferente, pero cuando la diferencia no es algo que se comprende como que resignifica el valor de lo común, con una conciencia madurada, desde otra perspectiva, se convierte en una exigencia  ciega para destacar sobre el resto.

Y ahí nace la comparación- competencia con el resto.

Sé que soy diferente, pero sufro, porque quiero ser...NORMAL al mismo tiempo

¿De dónde nace esta distorsión?

De no poder ver que la diferencia se genera desde lo común que nos une.

En todo este post, nos vamos a estar moviendo en lo paradójico, una paradoja , es cuando dos polaridades, distintas en su forma, están , íntimamente relacionadas, una se da, porque existe la otra y viceversa.

Os hablaba de ese quiero ser normal y a la vez tener mi propia referencia, o perspectiva interna que se cocina dentro de la forma  particular.

Qué es ser normal?

Básicamente, a lo que nos referimos, es a esa inclusión en la que estoy conectado con los otros, no aislado, en la que no me percibo sólo y me siento protegido por una estructura que nos ampara.

Pero a la vez, todo el merchandising , toda la publicidad y mensajes que se nos mandan, es sé tu mismo, defiende tu identidad, destaca, separate de la manada, hazlo diferente..

Esto ejerce una presión inconsciente, para que desarrollemos cualidades que nos diferencien del resto y así podamos percibir un valor particular sobre nosotros mismos, es decir, la persona vale por lo que le hace diferente, no por lo que tiene de común con el resto de seres humanos y esto es genial, si ambos pueden incluirse

El caldo de cultivo donde no hay diferenciación, donde todos los elementos son lo mismo, es el discurso de la izquierda, todos somos iguales, no hay ninguno que destaque de manera diferente, se oprime la diferencia y se anula la particularidad.

Entonces, ahí me pierdo, no puedo ver las cosas ni hacerlas de manera diferente porque el castigo es la separación, no se puede visibilizar ese valor porque no tiene comparativa posible, no hay riqueza, es la "lucha de los pobres", no hay intercambio posible.

Y es curioso , porque no poder ver los diferentes aportes y complementarnos con ellos , nos deja más aislados aún, con un sistema que paradójicamente es más de derecha que de izquierda, se impone un modelo y sólo pueden incluirse, aquellos que sigan ese modelo, el resto, son descartados, como "error".

Ahora veamos qué le pasa al otro extremo.

Del otro lado, toda esa cultura de la diferencia, entendida desde esa inmadurez consciente, también me aísla, y también es dictatorial. Porque en la defensa de mi particularidad, nunca encuentro un enlace que me comunica con el resto.

Si sólo veo diferencias entre tú y yo, no puedo ver lo que nos une, con lo cual me separo de ti.

Me importa un rábano lo que te pase y cómo te sientas, porque somos diferentes y no encuentro vías para esa comunicación contigo. No facilito ni hay posibilidad de encuentro

No puedo ver la riqueza del vínculo, y las relaciones pasan a ser puramente "comerciales".

Uso tu valor, pero no genero nada que nos nutra, sólo algo que me mantenga en el podio. Yo no aporto, succiono de ti.

Así funciona la derecha.

Nosotros , tenemos un cerebro izquierdo y un derecho, una parte femenina y una parte masculina de forma interna.

Nuestro diálogo entre ambas partes , a menudo está interferido por esta distorsión.

La realidad, es que ambas polaridades, funcionan simultáneamente, tenemos un contenido común como seres humanos , dentro de una delimitación acotada, la particularidad de cada uno.

Lo común, se expresa de manera distinta en cada uno de nosotros.

Ese medio interno y medio externo forman un todo completo.

Lo común es el valor, la diferencia, es la forma concreta que toma ese valor común.

Si no puedo ver mi diferencia, no podré ver la diferencia de los otros, me percibo desvalorizado porque soy "nadie".

Si no puedo ver lo que nos une en lo común, sólo veo lo que nos separa, no puedo conectarme ni comunicarme.

Así que ambos, son interdependientes.

Cuando me comparo, y puedo incluir la diferencia, no necesito rivalizar con ella.

Entiendo, que cada uno está en una dimensión diferente, ofreciendo perspectivas diferentes de ese común.

Entonces dejo de ser un sistema dictatorial, una isla , para ser una península.

No me siento amenzado, no protejo ni defiendo nada porque ocupo mi propio espacio mientras puedo crear un espacio que nos enriquezca ambos. Porque sólo desde ahí puedo reconocer ese valor y hacer mi aporte.

No invado ni conquisto, con ese elemento común dentro de mí, pongo mi propio aporte diferente, y en esa diversidad , creo algo que suma al resto, no que anula o impone al resto.

Todo ese fustigamiento y esfuerzo por demostrar que no soy alguien como tú, en realidad busca también ser valorado de manera especial, busca que le vean, pero..cómo voy a verte si no puedo encontrar nada que me una a ti y tu única referencia es lo que es igual a ti mismo, no existe nada más, no hay crédito, espacio y tiempo para ese algo más.

Si no puedes ver mi diferencia con eso que nos une, no podemos coexistir, y estando a ciegas el uno y el otro, lo único que se nos ofrece como respuesta posible, es colisionar entre nosotros.

El conflicto.

De esta forma se explica, absolutamente todos los conflictos que tenemos en nuestra vida particular y global.

Ahora vamos a hacer un zoom, para ver aún más claro esto.

Nosotros somos habitantes de la Tierra, si habitamos en ella como organismo vivo, somos Tierra.

El planeta Tierra, tiene su auto referencia, sabe que es distinta a otros planetas, sabe cuál es su órbita, sabe que es interdependiente del Sol y de las leyes físicas, y al mismo tiempo sabe que en común con el resto de planetas y "habitantes del espacio", hay algo que le está dando propósito de existir, le está otorgando un valor que ella tiene incluido, y que es el mismo para todo lo demás que existe, (estrellas, planetas, meteoritos), ella no juzga si eso debería estar ahí, tiene ese crédito COMO TODOS, conoce su lugar e idiosincrasia (particularidad concreta), si ella no percibe esta "comunidad planetaria" ,  a la par que reconoce su órbita concreta ,ella se  va tratar de imponer al resto o se va por ahí sola, pero va a chocar si o si con el espacio que ocupan los otros, ni que decir tiene lo que esto supondría para nosotros.

La tierra es nuestro contexto concreto, ella si sabe cuál es su valor porque ocupa su posición, nosotros tenemos que ubicarnos también desde este modelo.

La conversación que ella puede tener otros elementos ,es desde el respeto "legal", y no sólo legítimo, veo tu riqueza que de forma particular se expresa de esta manera, cómo podemos crear espacio y tiempo común para que coexistamos ambos sin destruirnos, sino creando algo nuevo.

Veo tus diferencias, y las mías, veo lo que nos une, ambos podemos generar riqueza con nuestros aportes, porque cada una de esas diferencias es una complementariedad en el otro, desde ahí percibo nuestra conexión y nuestro vínculo, que también es particular y global al mismo tiempo, que ofrece cosas concretas y una conciencia abstracta.

Sé que soy alguien como tú, con taras y proezas, también sé que hay nadie como tú, porque hay nadie como yo, y que ese nada, nadie ,común, nos hace únicos, y diferentemente iguales.

Desde ahí, desde la diferencia-igualdad,  construyamos juntos y separados, nuestro destino.