EL PODER DE LA MUJER
En este último tiempo, observo como surge de nuevo el concepto de empoderamiento femenino, quisiera aportar un granito de arena, partiendo de la base desde este momento ,en que hago una separación incisiva entre, "femenino" y "mujer".
Como he hablado muchas veces uno no puede apropiarse de un principio que no le pertenece en exclusividad, sino en una parte, al igual que el masculino, en cuanto a lo que representa, mas allá del rol social.
Digamos que el Género es una estructura mayor que contiene al rol derivado de la diferenciación sexual, somos humanos hombres y humanos mujeres.
El Género es un aspecto femenino que tiene una semilla incluida , del masculino.
Hay diferentes artículos en el blog en el que hablo de esto de una manera mucho más desarrollada.
Hoy quiero empezar desde la diferenciación sexual, desde lo más concreto en esa separación .
Es el rol , asociado al sexo el que ha distorsionado la perspectiva dando lugar a la creencia de que dicha separación define al Género y no que la integra.
Veamos que cada estructura es un espacio tiempo, una dimensión. Un territorio, que al haber sido condicionado por el sexo va a entrar en conflicto con el otro sexo. En una lucha por el poder y por la conquista de un espacio tiempo en el que cohabitan.
¿Qué ocurre cuando uno de los territorios no está siendo reconocido?..que siempre va a ser víctima de los embistes de otro territorio que está en expansión.
Así, la petición de que el otro pueda verme es un despropósito.
Entonces voy a hacer ruido.
Y una de las formas es hacer ruido con la sexualidad, porque entiendo que ese es mi poder como mujer . La mujer biológicamente es un espacio preparado para albergar un desarrollo vital, es decir posibilidades de vida. Tiene la capacidad de gestar algo.
Si este es mi poder yo quiero decidir cuando, cómo y de qué manera, o si no quiero albergar en concreto una vida...tener hijos.
Porque eso, coarta mi libertad, me expone vulnerable a permitir que dentro de mi territorio sucedan mil cambios y transformaciones, en todos los sentidos, sistema económico, político y social de mi misma.
Soy permeable. Pero en una estructura mayor a la mujer, como género humano , lo soy, como organismo de planeta , Tierra también lo es, entonces esa vulnerabilidad que es un carácter femenino nos afecta a todos .
De esta manera es cómo se configura esa idea de protegerme, proteger al planeta, supervivencia de la humanidad y a las mujeres en última instancia.
Mi feminidad como mujer en un sistema global.
Es lógico que dónde más se ponga el acento en los conflictos entre hombres y mujeres sea en lo que puedes o no puedes hacer conmigo. En lo que yo puedo o no puedo hacer.
Si el poder supone tener posibilidades en juego, quiero las mismas que las tuyas, dentro de un espacio que nos ha diversificado en dos posibilidades biológicas a su vez.
Entendido esto yo, puedo asumir mi rol de otra manera, viendo la "especialización técnica" que tengo dentro de esa estructura mayor.
Una de las comandas que más incrustadas tenemos las mujeres y que nos opera de manera inconsciente , es ese "ser especiales", pero no lo entendemos como que soy especialista en una función concreta, sino en que se me considere por mi diferencia.
La primera posición integra dentro de un sistema, la segunda me separa de él.
No puedo encontrar una paridad real.
Las vías mas comunes que desarrollamos entonces las mujeres para mostrar nuestra especialidad está infectada por ese deseo de conquista.
Creemos que nuestra libertad y poder viene de la mano de poder hacer con nuestra sexualidad lo mismo que los hombres.
Mi referencia no es mi territorio específico, es el territorio del otro el que quiero alcanzar. Entonces voy a usar mi sexualidad para dar alcance a algo que continuamente se nos escapa de las manos porque es un fantasma, no nos pertenece.
Queremos algo pero no sabemos el qué. Ni la función que tiene ese qué.
Así vamos dando palos de ciego, imposible de acceder al cómo.
El camino rápido es conseguir a toda costa ser un territorio "atractivo" para que lo compren o validen, para que de alguna manera reciba un feed en el que esa parcela sea identificada como valiosa.
Otra vía es expandir la cualidad "inteligente", para intentar, de manera más lenta, hacerme hueco en ese espacio que creo regido por otros, en ambos casos sigue sin haber una percepción integrada de lo propio y lo ajeno.
Si el principio masculino configura lo individual, el femenino es lo común, entonces resuelvo, o abusando de algo que es de todos o intentando destacar del resto.
Hay una represión , una contención de la sexualidad femenina en todo esto.
Te vendo mi inocencia pero por dentro me siento culpable.
Salir de la culpa original, de el "deseo de Eva" para entender verdaderamente con una escala mayor qué y cual es mi papel auténtico, es el verdadero desafío en el que las mujeres nos encontramos.
El precio que se paga por esa separación no se quiere abonar.
Entonces me visto de Santa.
La perversión de la unión de las dos vías, inteligencia y atractivo sexual sería una manipulación feroz y soterrada, pero la otra cara, que ahora tenemos la oportunidad de tomar las mujeres, es entender por fin cual es mi poder como sexo, cuál es mi función dentro del género y cuál mi aporte real.
La mujer habitada por si misma es la respuesta.
En qué se traduce en lo concreto?, en no invadir espacios sino en ocupar el nuestro. Hay muy pocas mujeres que se miren sin juicio así mismas en sus contextos, por no dar un valor real a lo que hacen sin necesidad de que sea una referencia externa quien lo haga.
Esa posición es la que me hace sentir continuamente vulnerable y víctima. Porque no manejo los controles de mis características peculiares.
Tratamos de ejercer un control hacia afuera, imposible de llegar a todo.
Os pongo el ejemplo de las madres que tenemos ojos hasta en la nuca, las que llevamos toda la gestión doméstica del hogar, las que a modo de supervivencia quieren esa seguridad de saber en todo momento las respuestas que dar.
Al no tener una referencia mayor que me enlace con una función más grande, la sensación es mujeres "al borde de un ataque de nervios", estadísticamente hablando, las mujeres padecen mayor grado de estrés y ansiedad. Entender que "eso que se nos escapa" y nos genera esa sospecha constante ese hay algo más, simplemente tiene una razón de ser...no es nuestro.
Imaginemos una célula cancerígena, no descarta, no hace criba, no hace diferenciación.
El feminismo hegemónico o de la diferencia no aboga por el derecho común como seres humanos sino por la separación del género.
Aquí el origen de la enfermedad, porque traslada la culpa de esa realidad como la perciben, al otro.
Pero esa culpa viene de esa estructura mayor que hablamos, que es vivida como culpa y castigo porque no pude ver una diferencia integrada en ese contexto mayor.
La mujer es un territorio salvaje aún, la libertad se esa sexualidad no pasa por copiar al otro sino en liberarse de esa culpa , haciéndose responsable de la posición que ocupa.
En la imagen primera sería invertir esa percepción.
Desde una inocencia interna, tengo un diseño externo con esas características.
Mi autoridad como mujer es hacer de mi limitación mi mejor aprovechamiento.En cada cosa que hago y soy en lo que hago verle el valor de aporte que tiene.
Esto es la liberación de la mujer entender que soy dependiente porque convivo con otros diferentes pero iguales es lo que me va a dar mi ubicación y seguridad, tanto interna como externamente.
En la medida en que me hago cargo de mi ubicación real no con lo que socialmente se valora de la mujer sino mi propio aporte desde esa naturaleza que me tocó expresar, ahí es donde tengo mis posibilidades.
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