AFRONTAR LA ANSIEDAD EN LA CUARENTENA

by - abril 14, 2020










"Siento presión en el pecho, me duele la cabeza y en el estómago percibo  un nudo.No puedo respirar.
Es como si no tomara demasiado aire o como si no me llegara suficiente.
Tengo un poco de mareo, ganas de llorar y no salen, no puedo, no puedo.Quiero moverme , caminar hacia algún lugar, pero no se bien a dónde, no coordino mis movimientos...borrachera mental.
Un montón de información colapsando mi cabeza, no veo por donde voy y creo que voy a desfallecerme... y morir."




Hace ya bastantes años, me diagnosticaron ansiedad , y es algo que conozco de cerca, no voy a mentir y decirte que en mi caso probé tal o cual técnica y nunca más volvió a repetirse.Pero ahora, puedo saber qué le ocurre a mi biología y cómo puedo afrontarlo

Voy a compartir  cómo ocurre, qué se siente para poder distinguirlo e identificarlo y qué herramientas tenemos al alcance, teniendo en cuenta la situación que estamos viviendo actualmente.
Anteriormente , escribí un artículo en este Blog, "VIVIR CON ANSIEDAD", te recomiendo que le eches un vistazo ,después de leer éste, por si te ayuda a tomar una perspectiva mayor y por si quieres ampliar más el tema.
Así que este post, es una ampliación de ese otro artículo que te nombré, adecuándolo al confinamiento y el contexto que tenemos.
Concretamente, aquí, voy a usar un lenguaje y nociones mucho más sencillas y prácticas.

¿Qué es la Ansiedad?

El trastorno producido por Ansiedad, es un conjunto de síntomas, que se rebelan ante sucesos reales o pensamientos y preocupaciones ,en las que nos domina el miedo y que tienen su raíz en cómo asumimos la incertidumbre y el control en nuestras vidas.

Todos en mayor o menor medida, hemos pasado episodios de ansiedad, y de hecho , estamos acostumbrados de alguna manera a vivir con "cierta dosis".

Cuando los niveles de miedo y descontrol nos desbordan, la ansiedad se expresa de una manera paralizante, nos bloquea, e incluso se puede manifestar conjuntamente con ataques de pánico.
En esta ocasión quiero, contextualizarla a cómo se manifiesta en el confinamiento y cómo podemos abordarla.
Si bien los síntomas son comunes, en cualquier instancia, el ubicarnos nos va a ayudar a tomar unos parámetros nuevos para poder enfocarnos de mejor manera ante el problema.

¿Cuáles son los síntomas?

  • Nerviosismo, agitación o tensión
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
  • Aumento del ritmo cardíaco (taquicardia)
  • Respiración acelerada, "me falta el aire", hiper ventilación.
  • Sudoración, temblores
  • Sensación de debilidad o cansancio
  • Problemas para concentrarse, no poder salir del mismo pensamiento repetitivo, argumentación mental en bucle, "rumiar" mentalmente, sobre análisis.
  • Problemas de insomnio, cuesta conciliar el sueño o nos despertamos varias veces en la noche.
  • Amanecemos cansados, irritables, tristes.
  • Podemos sentir cambios a nivel gástrico, mayor inflamación, gases, irregularidad.
  • Comer de forma incontrolada, casi sin masticar
  • Neuralgias, dolor de cabeza, cuello y hombros, principalmente, a veces tensión maxilofacial.

Todos estos síntomas, (hay más) , pero he querido señalar los más llamativos y comunes, se dan en cualquier trastorno de ansiedad, abordarlos en un contexto que está más limitado para salir es lo que vamos a ver ahora.

Al tener limitado el espacio, la sensación de miedo es mayor porque se percibe como "que no hay huida" posible, este es uno de los pensamientos que inconscientemente nos "atacan" en una crisis de ansiedad, "me está pasando algo que no controlo y no puedo salir"

Lo primero de todo es, encontrar un momento en el que los niveles de ansiedad no estén  extremadamente disparados y ponerme a escribir, si tengo una pizarra, mejor que mejor. Este ejercicio nos vale para "sacar fuera" , para poder ver "la película proyectada", "sacar lo que me ahoga", es lo prioritario.

Tengo que poder activar un observador SEPARADO de eso que me está ocurriendo. Así que , lo escribo, con mis palabras y vocabulario, da igual que sea coherente o no,  da igual lo que salga sobre lo que siento y pienso, después iremos a eso. El primer paso es sacarlo, entender que en esta instancia lo prioritario es comenzar a desidentirficarme del problema para abordarlo como un mecánico en un taller de coches, ver que le pasa a mi vehículo, dónde tiene el conflicto, localizarlo.

Si tienes mucha resistencia a escribir, usa la grabadora del móvil, imagina que estás contándole a alguien lo que te pasa, sientes y piensas. De nuevo, hazlo con tus expresiones, NO CONTENGAS, si salen palabrotas, llantos, gritos, lo que sea...da exactamente igual.


Cuando consideres que has terminado , párate, toma unas respiraciones profundas y quédate en silencio, notas como algo ha cambiado?.

Deja por ahora el escrito o grabación, y dedícate a otra actividad dentro de casa. Sólo cuando los niveles de ansiedad estén  mas calmados, volverás a ver y leer o escuchar lo que pusiste para empezar a descubrir cuales son los pensamientos que están haciendo interferencia y que propuestas o alternativas empiezan a emerger. No lo hagas hasta que notes que estás en calma no lo fuerces, si tardas incluso días, no pasa nada, habrás dado tiempo para que proceses.

Cuando puedas y quieras verlo, comienza con un rotulador u otro bolígrafo de color a subrayar aquellas ideas que te perturban dónde crees que hay "nudos" mentales, donde ves que hay un abroche de tu forma de percibir la realidad, observa qué cosas están cristalizadas, que creencias están fuertemente arraigadas y si puedes ver alternativas nuevas.

En una situación como esta, buscamos estar "conectados" con otros a través de las redes sociales, entonces consumimos grandes dosis de información , al igual que hacemos con la comida consumimos muchas cosas que realmente no nos alimentan pero suplen momentáneamente la sensación de vacío  y soledad.

Tratamos de "rellenar" un espacio tiempo que nosotros mismo tenemos y debemos ocupar , con sucedáneos. Nada es malo en si, pero tengo que ser consciente de los efectos secundarios que tiene rellenar como digo un espacio que nos toca ocupar de forma consciente nosotros, porque nos quedamos sin oxigeno, y esa presión nos termina afectando al final.

Porque reduzco ese hábitat, y llega un momento qué uno se pregunta..¿dónde estoy yo?, y ahí comienza todo.

Inconscientemente esa pregunta que se ha tratado de esconder manteniéndose distraído, tiene una respuesta que va a venir a buscarme, dónde estas?y se genera la ansiedad, porque no te puedes ver, no eres visible , ni estás conectado a la realidad, no eres partícipe de ella sino en una fantasía de que has pasado un día más, pero no has podido percibirte vivo.

No tienes oxigeno, no tienes espacio...la sensación es me muero. Comienzan los síntomas.
Muchos de los pensamientos recurrentes y que desencadenan los ataques de ansiedad, tienen que ver con la incertidumbre que nos genera el futuro, lo que ocurrirá después de la cuarentena, cómo vamos a poder solventar el desafío que a la mayoría de nosotros se nos viene encima.

Es primordial aquí entender que sin saber con qué cuento, dónde estoy parado, y sin hacer un aprovechamiento y valor de todo los potenciales que tengo disponibles para transformar en recursos, la ansiedad, enfocada en el cómo voy a salir de ésta , nos desborde.

Entonces, primera parada, rendirme.

Rendirme es dejar de oponer resistencia al contexto, dejar que me hable,....no puedo salir de casa! tengo a mis hijos metidos aquí y me voy a volver loco! no voy a poder afrontar los gastos sin trabajo ! estoy solo o sola en casa y no lo soporto! me veo impotente para hacer lo que quiero! ...

Todo esto son POSIBILIDADES DE VER LAS COSAS, es decir, perspectivas.
La creatividad a la que estamos llamados es a reformular esas ideas , cuestionarlas y empezar a ver toda la abundancia de recursos que tengo para desarrollar dentro de un espacio tiempo del que soy partícipe.

Es decir ,descubrir con qué cuento, y aquello que me parece , mínimo y absurdo hacer de ello un combustible.

No es negar la realidad, es verla y atenderla con la presencia que requiere en ese momento. Anticiparse a lo que se viene de manera catastrófica depende exclusivamente de si estoy viendo posibilidades o si estoy exigiendo a la realidad que se adapte a mi manera de ver la vida. Si soy capaz de ver lo que me ofrece , seré capaz de ir desarrollandome y creando alternativas. Esto es como ver un laberinto, desde arriba o desde el piso.Ir encontrando salidas y caminos puede ser desgastando probando uno y otro y otro, o mirar con mayor amplitud, y ser estratégicos con los recursos que tenemos.

Qué ocurre cuando el ataque de ansiedad me está desbordando y no puedo respirar?

No puedo darte una receta infalible y aplicable para todos, puedo ponerte algunos ejemplos y cosas que hago yo cuando veo que me está dando y puedes probarlas o adaptarlas a ti, incluso algunas de ellas pueden inspirarte para que generes otras que te sirvan.

Cuando estoy en una situación de desborde lo que más noto es que no puedo respirar, siento presión en el pecho, a veces dolor o presión también en la cabeza, no me puedo mover en algunos casos y siento que me voy a morir.

En ese momento, me dedico a observar que siente mi biología, va mas "acelarada" y "siente presión" porque mentalmente se le está enviando esta comanda.Me paro,  y escucho.

Hay una cosa que debes saber, y empezar a poder identificar cuando comienzas a tener ansiedad y va escalando hasta cotas donde llega la angustia y sensación de ahogo.

Por eso es muy importante pararse a observar ANTES, entonces es cuando puedo ir usando recursos para viabilizarla, es decir para canalizar esa química que estoy sintiendo y puedo observar.

Derivar la atención a otras actividades sin haberte parado primero y ver que requiere el momento puede causar un efecto acumulativo. Por ello, la música, los sonidos binaurales, la danza, hacer ejercicio, pintar, meditar..cocinar u otras cosas si se toman desde la referencia de un acto de ACEPTACIÓN, en que yo tomo esa información de mi biología y diseño un circuito para canalizarla se vuelve mucho más productivo, es más, el ejercicio de observación debe estar presente en cada una de ellas, porque es como tomo el poder de gestionar y redistribuir, veo lo que puedo hacer y me presto a dialogar con ello, es muy diferente a paliar los efectos y que al día siguiente o en otros momentos aparezca un efecto rebote.

La ansiedad se produce como desfase entre mi mente y mi cuerpo, hay que crear una "mentalidad", la mentalidad es darle función no quedarme en una idea que me presiona,. Aquí no importa tanto el qué haga sino el cómo lo haga, desde dónde tomo la referencia como punto de partida, y el nuestro, debe ser el APROVECHAMIENTO.

Si mi cabeza va a mil por hora con pensamientos que me castigan, recurrentes, bucles mentales que se enredan más y más,  mi cuerpo no puede procesar porque necesita hacer lenta esa velocidad.

Te pongo un ejemplo que me ocurre a mi, a veces el exceso de información a través de las redes sociales, wassap y otros medios de comunicación, me producen agotamiento, parece que te "sacian" del no pensar, pero en realidad estás consumiendo cientos de fotos, artículos e información que se queda en el plano mental y en tu retina. Al mismo tiempo esa "conexión" con la que interactuo con otras personas   acumula también información que no es digerida.

En este momento de cuarentena, aún más estamos "enganchados" para no pensar , "para entretenernos".

Cuando voy notando esta forma de consumo, decido parar. Y aislarme a propósito, para darme este acompañamiento lento al cuerpo. Entonces pongo el foco en ese consumo, y voy reduciendo ese exceso al mínimo que puede "soportar" ese sistema digestivo.

Descansar más, estar más presente en cada cosa que hago, cambiar eso que me saciaba por cosas más nutritivas  y absorbibles. Esto da lugar a que el cuerpo se vaya desestresando y vaya incorporando esa mentalidad de ajustes necesarios para recargarse y regularse.

Es curioso porque comienza a verse una nueva forma de conexión con mi hábitat y una comunicación con el mismo.

Formando parte de mi realidad y no por delante de ella o negándola, el cuerpo y la mente se van relajando.

Cuando no te haya dado tiempo a gestionar, y colapses, la recomendación es una acción de choque, algo que te obligue a disminuir la presión de inmediato, independeientemente de que tomes algo, te ayudes con una tisana, flores de bach o cualquier otro remedio, por ejemplo una ducha alternando agua fría y caliente, llamar a alguien y hablar de ello, acompañar el momento de desborde aunque sientas miedo de perder el control.

Intentar respirar tocandonos el vientre, hinchándolo lentamente y expulsando el aire por la boca.

Fundamental es normalizar la respiración, ya que la ansiedad principalmente se caracteriza por hiperventilar, respirar agitadamente, respirar lento es lo primero que tenemos que tratar d hacer, máxime si estamos solos y no hay nadie que nos ayude a contener y viabilizar.


Otra cosa fundamental es separarse de la emoción y del momento, es decir, saber que somos desdoblados, hay una parte de mi que uso como un elemento que tiene la madurez de rescatarme, tengo que incorporar la noción de que en el momento en que estoy teniendo ansiedad , eso no es todo, puedo observar al personaje que tiene esa ansiedad y hay otro que puede actualizar esa información, dejo de referenciarme en el que jadea y se angustia  y empiezo a hacer espacio al que observa, desde otra perspectiva toda la situación.

No es análisis, es como un traductor, un mecánico que va a ver cuales son los circuitos errados en el vehículo y cómo darles una "conexión" que nos permita realmente hacer ese recurso de provecho para ver que pensamientos e ideas ancladas en nosotros que se resisten y estresan, entran en conflicto con la realidad , que no se acoge, sino que se ve como amenazante y condenatoria.

Ese observador lo tenemos incluido, únicamente tenemos que darle el espacio que necesita para hacerse presente.

Entendamos que esta cuarentena nos pone de manera casi pornográfica con el requerimiento de observar como nos habitamos a nosotros mismos, qué consumimos y de qué manera, que cosas son recursos de valor que potenciamos y nos nutren y qué otras muchas no lo hacen. Es una situación que nos expone vulnerables de forma directa con la realidad que somos, y tiempo disponible para hacerlo, dedicar tiempo a observar, estar en silencio, ver como la realidad lejos de ser nuestra enemiga y que nos limita, nos invita a una puesta apunto. Abre una grieta en nuestros modelos que piden una actualización.

La ansiedad y la velocidad están relacionadas como dije antes, quiero llegar, hacer cosas que sean productivas para un paradigma desconectado de lo que acontece, si está dura y fuertemente instalado, esa resistencia a la adaptación y transformación, a la vulnerabilidad que supone renovarse dejar de querer imponer nuestros deseos e intereses para "sobrevivir" , precisamente nos alejan de la posibilidad de vivir lo que nos toca para ser mutados en nuevas versiones que nos hagan constructores y coparticipes de la realidad.

Expresarse esto accediendo a lo más íntimo de nosotros, viendo los miedos, la inseguridad, por la falta de control, es el primer paso.

Soltar la exigencia de querer dominar la situación y que no nos desborde, es crucial ...rendirse es el camino.

Un camino para sembrar en plano real con las características de mi contexto concreto, en el que voy a instalar una mentalidad de desarrollo de posibilidades que ese modelo obsoleto no me permite.

Acompañarnos con ternura, explorar alternativas, como un desafío que nos ayuda a crecer y nos devuelve a una conectividad con el territorio. Lo que nunca probé o no me atreví ahora es una puerta, una ventana.

Ocurre que nos exaspera que lo vivamos mas lento y con la incertidumbre que supone no tener el control, pero si soy capaz de ponerme al servicio, de verme a mi mismo como recurso, de abrirme al dialogo, abrazar mi exposición vulnerable y confiar en un orden mayor al mío, estaremos funcionales  , porque estaremos poniendo en juego los potenciales que tengo y paradójicamente nos lleven a percibir una realidad muy distinta a la amenaza o peligro en la que la lucha por la supervivencia nos agota y estresa, y comenzaremos a ser parte de aquello que llamamos vida, estaremos, seguros, nos sentiremos acogidos e incluídos en ese orden mayor, y  estaremos a salvo, porque estamos "en casa".













You May Also Like

0 Comments