Depende de muchos factores  , emocionales, relacionales y de contexto..es decir, circunstanciales..factores todos ellos externos.

Aprendimos que nuestro valor "dependía" de esos elementos externos,que fiscalizaban o medían nuestro valor personal.

Y en esa medida nos quedamos a la espera de poder comprobar cuál era nuestro valor, a que nos lo dijeran los demás , a que viniera alguien que hiciera visible mi riqueza interior.

Así que,  durante toda nuestra vida , nuestra forma de evaluarnos a nosotros mismos es con referencia al "aprobado" que me de el otro.

Los creadores de las redes sociales saben muy bien de que hablo, su sistema de "me gusta" genera endorfinas en nuestro cerebro, algo así como breves orgasmos placenteros en los que los demás me dan ese aprobado..ese .."tú si que vales"

La Auto estima, la estima por uno mismo, se convierte en un compendio de cosas que son valorables socioculturalmente, valores éticos (si eres buena o mala persona), valores carismáticos (si eres un líder, si tienes donde gentes o como dicen aquí en Málaga el arte o la gracia que tienes).

Están los atributos físicos, y un sin fin de virtudes a alcanzar para poder ser reconocido.

Así es como se perfila la idea que tengo de mi mismo, según los ítems que cumplo, los requisitos que se consideran para ser "alguien" en la vida.

Porque necesitamos ser definidos, reconocidos, entender cuál es nuestra particularidad única , nuestra originalidad y valor.

Hay todo un engranaje perfecto para que continuemos así sin poder vernos a nosotros mismos, sin reconocernos.

Y luego está toda una corriente filosófica y espiritual que te dice ..ámate tú, empieza por ti, no te amas lo suficiente..

Pero el tema es de raíz ,de conexión..por mucho que le digas a alguien eso, por muchas frases , algunas de ellas bastante crueles e irrisorias  la verdad, dicho sea de paso, no sabe, no puede, lo vive como una exigencia imposible de alcanzar, al menos plenamente.

Al menos en una instancia que se sostenga de forma equilibrada internamente.

Cuando alguien nos rechaza, no nos quiere, no nos da el sí, cuando lo que hacemos no es suficiente para demostrar lo que valemos, cuando nuestro cuerpo no cumple con los cánones de belleza establecidos.., es el momento perfecto para preguntarnos..¿cuánto vales?

¿Cuál es tu valor?

Y el valor, la riqueza de ti es, acceder a un enlace con quien apuesta por ti, con quien te da el sí mas rotundo en este momento, con quien te acoge, te permite, te da el crédito de lo que eres.

Lo más sencillo siempre se nos pasa por alto.

Es la Tierra quien me  da todo eso, y quien me afirma , la que me da su materia para ser, su tiempo y espacio, ella y un propósito invisible que hace que tú estés aquí en este momento, leyendo este artículo.

Esa es mi auto referencia, mi reconocimiento , el cimiento donde puedo apuntalar mi valor, porque es lo que me esta dando ese permiso de existencia concreta.

Generar ese enlace de conexión es constantemente observar como mi identidad busca la valoración externa, ver la inocencia de esa estructura que aprendió a buscar fuera el aprobado, y volver la mirada a aquello que nos dice, simplemente..si!

Sí tiene sentido que existas, si lo tiene que seas como eres, sí hay un propósito que te atraviesa de manera particular..y sí..tu eres riqueza en ti mism@

Cuando pierdo esta conexión, con la vida, con todo y nada al mismo tiempo ,cuando lo pierdo, los miedos, inseguridades y frustración me llevan a la caza y búsqueda incansable de que algo me diga ese sí.

Y aún consiguiéndolo, aún teniendo ese aprobado, puede ser peor que lo otro.

Porque mantenerse en la "cresta de la ola" supone un esfuerzo titánico por ofrecer constantes refinamientos adaptativos al medio, que nos apartan cada vez más del encuentro con nosotros mismos.

Al menos la frustración ofrece un potencial enorme ya que te puedes reconocer perdido y devaluado, lo otro te mantiene en el sueño de "ser alguien" mas o menos importante pero sin saber quien eres, y de forma automática sacas un recurso tras otro..hasta que se agotan claro.

En cualquier caso, nos llega el momento a todos , la oportunidad de ver, la manifestación preciosa y única que somos de la vida.

Nos llega el momento, de poder ver que aquel que nos dijo, no eres apto para mi nos hizo el mayor de los regalos, poder ir al encuentro con nuestra verdad.

El valor de conocerse así mismo no tiene precio, no tiene escalafones a los que ascender, el valor de vernos y asumirnos como diseño que tiene valencia es..simplemente ..incalculable.

Dejar de creer lo que nos dijimos que éramos, cuestionar nuestras propias etiquetas, soltar la expectativa de iluminación, de tener que ser algo mejor de lo que soy es lo que permite abrirme a una nueva versión de mi, a una que no conocía.

Pero no confundamos por favor ese yo tengo que valorarme y quererme, ese aquí estoy yo y mezclemos cosas, no es la identidad la que hace esto, no es validarnos a nosotros desde el yo soy así quien me quiera que me acepte..no es eso.

Es no perder mi columna vertebral , la que me da el sostén, no perder de vista ese enlace de Tierra mas Propósito, que me otorga la humildad para reconocer a los que me proporcionan la posibilidad de existencia y la soberbia de saber que es única, y legítima la expresión de mi vida particular en el contexto.